Se levantó de la banca y
comenzó a caminar, hace meses no sabía nada de ella, la extrañaba, había días
en los que podía escucharla sonreír, y una sonrisa de dibujaba en su rostro
cuando recordaba sus malos chistes o sus pataletas de niña pequeña, sintió un
leve escalofrío, es ella, pensó,
volteó la mirada y a unos metros, acariciando a un cachorro, se encontraba una
muchacha que, aunque sonreía, se veía triste.
El joven comenzó a caminar en
dirección a la chica - ¿qué le digo? ¿estará bien que me acerque? – se preguntaba
susurrando, hasta que se detuvo, estaba a menos de un metro de ella, la
muchacha no se había dado cuenta, estaba concentrada en aquel cachorro.
- Hola – dijo en voz baja
Javier, el cachorro se abalanzó a sus pies, pero ella seguía en cuclillas
dándole la espalda – hola – repitió, esta vez alzando la voz.
- Te escuché, no estoy sorda –
Anne se levantó y volteó mirando al cachorro a los pies de Javier, alzó la
vista – hola – dijo fríamente.
- ¿Cómo estás? - ¿dónde está su sonrisa? pensó el joven.
- Bien, gracias – la muchacha tomó al cachorro
– hora de irse Ponto – dio media vuelta y comenzó a caminar – por favor que no
me siga – susurró cerrando los ojos.
- No puedo dejar que se vaya,
pensó Javier, pero el rostro triste de la muchacha lo detuvo, su saludo frío y
su respuesta cortante – no puede ser realmente ella – dijo y comenzó a caminar
detrás de ella – ¿cómo está tu familia? – preguntó para romper el hielo.
- Todos muy bien, gracias por
preguntar - ¿por qué tenías que seguirme?
Vete no te quiero cerca.
- ¿Y ese cachorro? ¿Hace
cuánto lo tienes?
- Hace unos días.
- Ah, es muy lindo – sonrió Javier,
necesitaba sacarle una sonrisa, necesitaba saber que seguía siendo la misma.
- Gracias – la muchacha
mantenía la vista al frente, en ningún momento lo miró, date cuenta que no quiero que estés aquí, todavía duele.
- Quizás no debería preguntar,
pero…
- Entonces no preguntes – lo interrumpió
antes de que terminara, lo conocía bastante como para saber lo que él diría y
realmente ella no quería escuchar.
- Pero ni siquiera sabes lo
que te quiero preguntar – comenzaba a molestarle la reacción de la muchacha.
- No, pero tampoco quiero
saber – volteó y quedó en frente de él, se había preparado para decir esto
muchas veces – déjame sola – por favor no
te vayas – no quiero escucharte – háblame
– no quiero verte – no te muevas –
no quiero saber nada más de ti, no te quiero – te amo.
El joven quedó impactado,
jamás pensó escuchar eso, menos aún viniendo de ella, respiró – está bien,
perdón, pensé que podíamos hablar un poco, lo siento – dio media vuelta y
comenzó a caminar en dirección opuesta a ella, sintió un nudo en la garganta,
jamás pensó que después de meses sin verla querría estar con ella, jamás pensó
que la extrañaría tanto, sin darse una lágrima rodó por su mejilla, se detuvo,
quiso mirar atrás, pero ella ya no era la misma y era el responsable de eso,
respiró y siguió caminando – adiós Anne – susurro – te amo.
Si tan sólo hubieses venido hace unas semanas...
Liizz~