Capítulo III

- Austin, ¿cómo te fue hace unos días con Emily? - preguntó Michael cuando iban por un café al comedor de la escuela.

- Bien, creó que entendió lo que le explique - contestó Austin, sin poder evitar que su mente recordara aquellos ojos verdes que lo habían encantado.

- Que bueno, realmente te agradezco, espero que haya entendido, es un poco testaruda, piensa todo el día en salir con sus amigas, ir de compras y cosas así.

Austin sonrió - Son cosas de chicas no crees, además es normal a su edad.

- Si, en eso tienes razón ¿Oye qué harás este fin de semana?

- No lo sé, tengo muchas cosas por revisar, trabajos, pruebas, tú entiendes ¿por qué la pregunta?

- Porque mi familia está organizando una fiesta para mi hermana, ya sabes, como se va a estudiar a Australia, le harán una fiesta de despedida y sería muy aburrido para mí estar solo ahí, estas cosas familiares no me gustan mucho - terminó diciendo Michael con una sonrisa en el rostro.

- Está bien, creo que puedo dejar un poco de trabajo para otro día.

- Que bueno, además Emily insistió en que te invitara, dijo que quier

e agradecerte por haberle enseñado el otro día, creo que pasó el examen.

Austin no lo podía creer, aquella chica quería verlo, aquella "niña" de ojos verdes... - Pensándolo bien, debo visitar a mis padres este fin de semana, mi madre está de cumpleaños y tengo que estar allá... lo siento. - dijo Austin a su amigo.

- Que mal, pero está bien, la familia siempre está primero. Le diré a Emily que me agradezca a mi, después de todo fui yo quien te pidió que le enseñaras - sonrió Michael, pensando que con esto haría cambiar de opinión a Austin, ya que sospechaba que a su pequeña prima le había atraído su amigo.

- Si, recibe tú los agradecimientos, no tengo problemas con eso - contestó resignado Austin.

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- ¿Qué me pondré? - decía frente al espejo Emily, mientras posaba un lindo vestido calipso sobre ella, pensando en el día en que volvería a ver a Austin - ¿Qué crees tú Mino? - le preguntó a su gato la niña.

- Miau - Eres hermoso - le dijo la niña, mientras lo tomaba en brazos y se lanza sobre la cama con una sonrisa en el rostro.

Quédate conmigo para siempre~

Misu~